EL GRUPO DE ESCRITORES

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EL MONTE PARNASO

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EL MONTE PARNASO SE ENCUENTRA EN ATENAS, Y SEGUN LA MITOLOGÍA, EN SU LADERA SE REUNÍAN LAS MUSAS.

MARGARITA DEL C. MORALES LO DESCRIBE EN EL POEMA QUE SE ENCUENTRA A LA DERECHA DEL BLOG:



jueves, 11 de abril de 2013

VICTORIA OCAMPO -Su identidad-


Nacida el 7 de abril de 1890, Victoria Ocampo fue un símbolo de Buenos Aires y del mundo.
Creadora de la revista Sur. Fue la primera directora del Fondo Nacional de las Artes y la primera mujer académica de Letras.
A Victoria Ocampo. "La retrataron, entre otros, Man Ray y Giséle Freund, quien le debe a ella la vida, (en la ocupación nazi, por su origen judío, Victoria la hizo salir de Francia con pasaporte falso; la trajo a la Argentina y la hospedó en su casa).
María Esther Vázquez destacó la actitud generosa y solidaria que tenía Victoria Ocampo. "Ayudó a mucha gente. Recogió a chicos huérfanos y les dio educación. En la Segunda Guerra Mundial mandó tres toneladas de alimentos y ropa a la Europa ocupada, sobre todo a Francia. Fue una mujer muy sensible y generosa en el ámbito de la cultura. Borges, dijo que ella educó a su país y a su continente."
"Cuando viajó a Londres, a los 74 años, Victoria Ocampo fue al primer concierto de los Beatles y volvió deslumbrada. Estos muchachos marcan una época. Esto es genial, dijo, cuando nos recibió en Mar del Plata con el primer long play que grabaron los Beatles", recuerda hoy la escritora y periodista María Esther Vásquez, que compartió ese inolvidable encuentro con Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo, Angélica Ocampo, Jorge Luis Borges y algunas personas más. "En un momento, Victoria sacó una peluca, que imitaba la melena de John Lennon, y le pidió a Borges que se la pusiera. Pero él, que tenía un estricto sentido del ridículo, dijo que no y comenzó una feroz discusión. Los dos gritaban y, de pronto, Victoria cortó el diálogo muy terminante: Usted, con lo empacado que es nunca va a llegar a nada. Fiel a su estilo, y a su capacidad para anticiparse a los tiempos y descubrir talentos, Victoria Ocampo desarrolló una personalidad singular.

-¿Qué la caracterizaba? -

Tuvo algo que se ha perdido: el sentido aristocrático de la vida, que en griego se define como un sentido ético, un sentido estético y un sentido heroico, dar sin esperar nada a cambio, ni siquiera agradecimiento. -Fue un símbolo de la cultura y de una época No ha habido en Occidente ningún hombre ni ninguna mujer que haya hecho la obra de cultura que hizo Victoria Ocampo, luchando contra todo el mundo. Las limitaciones que tenían las mujeres eran enormes. Groussac le mandó una carta diciéndole "no se meta en lo que no sabe". -.El mundo de la cultura le ha reconocido su obra -Ahora posiblemente sí. Pero tuvo muchos enemigos. Filippo Tomasso Marinetti, el creador del futurismo, la llamaba "reina de un salón de bolchevismo esnobista". Pablo Neruda publicó un poema contra ella y acusó a Sur de publicar la obra de "espías internacionales y colonialistas". Aunque más adelante, en 1960, la elogió públicamente en Nueva York. La generación del 60 al 70 la repudió absolutamente. Pero a Victoria Ocampo no la afectaban ni los ataques de extrema izquierda ni los de extrema derecha. Le pasó lo mismo que a Borges: nadie con menos inquietudes políticas consiguió que lo trataran de fascista, nazi, comunista. Consultada por la relación de Victoria Ocampo con Jorge Luis Borges, María Esther Vázquez consideró que "fue mala por algo que parece una estupidez, pero no lo es". Relató así que "Adolfito Bioy, casado con Silvina Ocampo y entrañable amigo de Georgie , consideraba a Victoria como una suegra, aunque era su cuñada. Borges le debió muchísimas cosas a ella y en algunos aspectos fue un poco desagradecido". Al respecto, contó que Victoria Ocampo pagó "aquellas primeras conferencias que dio en la Asociación Cultural Inglesa, en 1946, cuando fue removido de la Biblioteca Miguel Cané. Y también las primeras operaciones en los ojos por desprendimiento de retina". María Esther Vázquez lo supo por boca de la madre de Borges, Leonor Acevedo. "El nunca se enteró", agregó. También gestionó su designación como director de la Biblioteca Nacional. "El aspiraba a ser nombrado director de la Biblioteca Municipal de Adrogué. Y ella le dijo: Borges, no sea idiota, como siempre. Tenían una relación muy especial. En 1942, cuando no le dieron a Borges el Primer Premio Municipal por su libro El jardín de senderos que se bifurcan , Victoria Ocampo le dedicó un número de desagravio en Sur. Colaboraron Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Mallea, Bioy Casares, Sábato, Anderson Imbert y otros grandes escritores".

La visita de Tagore En 1924

Tagore fue el tema principal del artículo de Victoria Ocampo en el diario La Nación, titulado La alegría de leer a Rabindranath Tagore. Los dos artículos anteriores habían estado dedicados a John Ruskin y Mahatma Gandhi, a quienes respetaba y exaltaba. En cuanto a Tagore, Ocampo había leído su obra Gitanjali, su colección de poemas más famosa en la traducción de André Guide, en 1914. Tagore llegó a Buenos Aires en 1924. El poeta había contraído gripe durante el viaje y al día siguiente Ocampo fue a visitarlo al Plaza Hotel, donde se alojaba. Fue ella misma quien se ofreció a alojarlo en Villa Ocampo para su recuperación. Ante la negativa de sus padres, pidió prestada la quinta del marido de su prima, «Miralrío», Sin embargo, los ocho días previstos para su recuperación se convirtieron en dos meses, por lo que Ocampo debió alquilar la casa. Sentía, en sus propias palabras, una vasta admiración y entrega espiritual por Tagore, quien a su vez manifestó hallarse atraído por ella e incluso le dedicó un poema en noviembre. El 4 de enero de 1925, Tagore abandonó Buenos Aires y a Victoria apodada «Vijaya» por el autor. Ella le obsequió un sillón que al autor agradaba mucho. A partir del día siguiente, ambos iniciaron una correspondencia donde Tagore manifestó su pena de no poder permanecer más tiempo en Miralrío.
En 1930, volvieron a reencontrarse cuando Ocampo le organizó una exposición con su colección de pinturas en la Galería Pigalle de París, que luego fue llevada a Berlín y Londres. No se volvieron a ver y Tagore falleció once años después, en 1941.

Obras destacadas

• De Francesca a Béatrice (1924)
• Testimonios (Primera serie) (1935)
• Autobiografía Volumen 1 (1979)
• Testimonios (Segunda Serie) (1941)
• El viajero y una de sus sombras (1951)
• Autobiografía volumen 2 (1979)

Fuente:
Mariano De Vedia
María Esther Vásquez

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